domingo, 7 de junio de 2009

Info FMEDGLB #4

Sida y Homofobia


NX 57 - agosto 1998 - Dr. Ricardo Duranti

De acuerdo con las autoridades de Salud, la pandemia del sida en el mundo tiende a heterosexualizarse. Sin embargo, y sin negar esta posibilidad, es necesario hacer un examen más minucioso para conocer el verdadero impacto de la epidemia del sida en nuestro país y saber a quiénes está realmente afectando. No quiero negar que existe un aumento en la transmisión heterosexual, pero creo que, por otras razones, se lo exagera. La primera epidemia de sida en el mundo fue de hombres que tienen preferencia sexual homosexual. Al principio este grupo representaba el cien por ciento de los afectados, pero a medida que la comunidad homosexual se fue concientizando mientras los otros grupos en mayor riesgo (lease: todo el mundo) continuaba en el agujerode ozono, ese cien por ciento comenzó a disminuir.
Se habla de que la tasa más alta de crecimiento es en mujeres o en adolescentes. Lo que pasa es que es mucho más alta la tasa de crecimiento cuando se pasa de un caso a tres, ya que el incremento es de trescientos por ciento. En cambio, cuando se pasa de mil casos a mil doscientos el incremento es de sólo el veinte por ciento, pero en términos absolutos es mucho mayor. O sea, los viejos juegos de la estadística.

Creo que existe un criterio homofóbico en el manejo del tema, ya que los datos han sido tomados selectivamente y se niega que la epidemia en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres sigue aportando el mayor número de casos absolutos. Es decir, que las instancias encargadas de atender la cuestión, en un supuesto afán de proteger a los homosexuales del estigma han optado por omitir hacer mención de ellos. Esto es homofobia pura porque se dice que hay que combatir al sida porque puede afectar a mujeres, niños o heterosexuales; o sea, aquella población no rechazada socialmente.

“las normas sociales o códigos de conducta, aunque no constituyan leyes o políticas escritas, legitiman la opresión social por medio de la exclusión de imágenes de lesbianas u hombres gay, bisexuales o transgenéricos, tanto de los medios de comunicación como de la historia o bien, los representan en forma negativa o estereotipada''. (Warren J. Blumenfeld)

Esta frase nos habla de la marginación cultural en la que se desenvuelven las personas con preferencia homosexual.
¿Tiene esto algo que ver con ser vulnerable ante el sida? Existe un guión para los roles de género que se incorpora pasivamente y es significativo para hombres y mujeres jóvenes en la adquisición de comportamientos sexuales predeterminados. Sin embargo esto no funciona igual para los varones homosexuales, quienes en la mayoría de los casos (sino en todos) no cuentan con fuentes de información acerca de cómo comportarse adecuadamente en el inicio de su vida sexual. Esta ausencia de información lleva a la mayoría de los jóvenes gay a no usar protección en su debut sexual, cosa en la que no difieren mucho de los adolescentes heterosexuales.
Sin embargo a pesar de que el debut pueda parecer similar en los adolescentes de diferente orientación sexual, en la práctica las cosas no son como parecen.
Las campañas de prevención están enfocadas a los adolescentes heterosexuales y aquí existe una enorme omisión: si bien es cierto que hay muchos adolescentes que se infectan con el VIH, un enorme porcentaje de estos son hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, tal pareciera que eso se le olvida a las autoridades de Salud. Entonces, cuando en las campañas peroran: “Hablemos del sida con nuestros hijos e hijas, una forma de evitar el sida es el preservativo”, si los adolescentes varones gay no pueden hablar con sus padres de su orientación sexual ¿podrán hablar del uso del forro? Los adolescentes varones homosexuales son los más vulnerables porque están más aislados.

Una forma aparentemente benigna de la intolerancia es la omisión de información pero, sida mediante, en este caso se trata lisa y llanamente de homicidio.

Ahora bien, un hombre que tiene sexo con otros hombres, pero que no se asume como homosexual o bisexual, es infinitamente más vulnerable que un gay asumido. No es igual decir tener una identidad que padecer una particularidad sexual, avergonzarse y sentirse culpable y creer realmente que se está obrando mal y tener que ocultarse o llevar una doble vida, pero mucha gente cree que no tiene otra opción o que no la ha encontrado. En sida la vulnerabilidad básica es la falta de identidad y el aislamiento generados por la homofobia imperante en nuestra cultura. Homofobia que es cultivada sistemáticamente desde los medios y por medio de campañas que omiten la realidad del mayor número de afectados. Es más fácil y cómodo hablar de los adictos (claramente señalados como enfermos, sin distinción alguna), de las pobres mujeres o de los tiernos adolescentes rubios y consumistas (recordemos al patético Dr. Miroli).
Lo difícil es hablar claro de la sexualidad, propia y ajena, reconocer las trampas de la cultura y considerar al otro como un igual más allá de las diferencias. Ocuparse del sida en la mujer sin modificar su status de sumisión sociocultural no es más que otra forma de victimizarla (algo así como el nuevo vector), señalar a los adictos sin distinguir la pobreza y la marginación como causa desencadenante en muchos casos de la conducta adictiva es poner el problema en el otro sin hacerse cargo de nada, obviar el sexo homoerótico (que real o fantaseado todos practican o practicaron, Masters y Johnson dixit) es desconocer la verdadera índole de la sexualidad humana y condenar a los homosexuales a los peligros de la marginación.
Pero si además de homosexual y VIH+ se es pobre, se están yuxtaponiendo todas las vulnerabilidades en un grupo del que no se habla y que aparentemente se cura solo.

http://www.nexo.org
Todos los derechos reservados, no somos dueño de nada

1 comentario:

  1. En mucho de lo que se habla estoy totalmente de acuerdo. Pero creo que no nos tenemos que estigmatizarnos. Y si bien los datos del último congreso de Sida dejaron bien claro que los homosexuales somos una población de mucho riesgo, no debemos olvidar que somos el diez por ciento de la población general. Motivo por el cual una pequeña tasa heterosexual, habla que justamente el Sida ya no es un problema únicamente de los homosexuales. O reafirma que hace mucho dejó de serlo.Creo que si uno realiza una campaña debe tener presente a toda la población en riesgo. Creo que a los homosexuales nunca se nos excluye. Aunque estoy totalmente de acuerdo del desamparo que sufren los adolescentes y la falta de información, mayormente si son homosexuales. SANTIAGO

    ResponderEliminar